CIRUGIA REFRACTIVA

Qué es la cirugía refractiva?

Es el conjunto de técnicas quirúrgicas que tienen como finalidad eliminar o minimizar los defectos refractivos oculares (miopía, hipermetropía, presbicia y/o astigmatismo).

¿Para qué sirve la cirugía refractiva?

En condiciones normales, la imagen penetra en el ojo a través de la córnea y del cristalino hasta proyectarse en la retina mediante un proceso conocido como refracción. Desde la retina, la imagen se transmite al cerebro a través del nervio óptico.
Sin embargo, cuando el ojo tiene un defecto refractivo, la imagen se proyecta de forma anómala en la retina. Esto implica una percepción alterada de la imagen y, por lo tanto, una visión borrosa.
Es en estas circunstancias cuando el paciente, por indicación del especialista, se puede plantear llevar gafas o lentillas o, bien, realizarse algún tipo de procedimiento de cirugía refractiva, cuyo objetivo es que el paciente deje de depender de las correcciones ópticas.

¿Cómo es el postoperatorio de esta cirugía?

La mayoría de las intervenciones de cirugía refractiva se caracterizan por ser muy eficaces, seguras, indoloras y por provocar unas molestias mínimas para el paciente, así como por la rapidez en la recuperación.

En todo caso, es muy importante que el paciente siga ciertas pautas:

  • Deberá acudir a la clínica en varias ocasiones para que su oftalmólogo compruebe que la evolución es la correcta.
  • La capacidad visual después de la intervención irá mejorando progresivamente. La velocidad de la mejoría variará en función del paciente y del tipo de técnica que aplique el oftalmólogo.
  • El día de la intervención el paciente deberá limitar algunas actividades (ver la televisión, manejar el teléfono móvil…). Además, es recomendable permanecer el mayor tiempo posible con los ojos cerrados.
  • La incorporación a la actividad habitual suele ser muy rápida, aunque el paciente deberá mantener ciertas precauciones, como no frotarse los ojos o no practicar deportes intensos durante unos días.
  • Deberá seguir estrictamente el tratamiento con colirios y lágrimas artificiales prescrito por el médico.

En la actualidad, la aplicación del láser Excímer constituye la primera elección para corregir los problemas refractivos. No obstante, cuando el paciente no es candidato a la cirugía refractiva con láser Excímer, existen otras alternativas quirúrgicas, como el implante de una lente intraocular.
Un pormenorizado análisis durante una  primera consulta preoperatoria en la clínica permitirá que  el oftalmólogo especialista en cirugía refractiva decida y emplee el procedimiento más adecuado para cada caso.

¿En qué consiste la cirugía refractiva?

La cirugía refractiva se puede aplicar:

  • A través de las técnicas láser (cirugía refractiva láser a través de la técnica  Lasik o de las  técnicas de superficie –PRK/Lasek-).
  • A través de otro tipo de tratamientos, como el  implante de una lente intraocular fáquica (habitualmente de tipo ICL®) o pseudofáquica.

¿Qué es y en qué consiste la técnica Lasik?

La corrección de problemas refractivos mediante la técnica Lasik (Laser Assisted in Situ Keratomileusis) es una operación sencilla, rápida, segura, indolora y personalizada que se desarrolla en tres pasos:

  • Mediante un instrumento especialmente diseñado para este tipo de intervenciones, el microqueratomo, el médico levanta una fina capa de tejido corneal, denominada epitelio y que es semejante a una lentilla (flap).
    De este modo, deja libre la zona ocular donde va a actuar el láser para modificar la forma de la córnea eliminando cierta cantidad de tejido para corregir la forma en la que los rayos de luz inciden en la retina del ojo y que, de esta forma, la visión sea más clara.
  • El cirujano aplica el láser Excímer (láser ultravioleta) sobre la capa intermedia de la córnea para moldearla durante un periodo de tiempo de entre 5 y 45 segundos, dependiendo del tipo y magnitud del error o los errores de refracción a tratar.
    El láser dispone de un mecanismo de seguridad automático que controla los movimientos oculares, conocido como eye-tracker, que permite que los impactos se dirijan únicamente a aquellas partes de la córnea que deben ser remodeladas para corregir el defecto refractivo.
  • Se recoloca el tejido de la córnea, que se vuelve a adherir sin necesidad de puntos de sutura para que sane naturalmente.

Antes de realizar la intervención con la técnica Lasik, al paciente se le realiza un estudio minucioso y riguroso para conocer su graduación y del que se extraen datos sobre la forma y función de la córnea. Este estudio, en el que se incluyen una gran cantidad de pruebas indoloras y no invasivas, se realiza durante la primera consulta preoperatoria y toda la información que se obtiene de la anatomía y situación visual del paciente se transmite al láser por lo que el tratamiento Lasik está especialmente diseñado para cada persona.

¿Cuánto dura el procedimiento?

En total, la operación dura unos 10 minutos a los que seguirá un breve descanso en la clínica oftalmológica, que deberá pasar el paciente antes de poder dirigirse a su domicilio. 

¿Cómo se ve después de la cirugía?

  • Durante las primeras horas, de modo habitual, el paciente puede sentir ligeras molestias como visión borrosa, escozor, ojos secos o lagrimeo.
  • Al cabo de pocas horas, comenzará a percibir la recuperación visual sin depender ya de gafas o de lentes de contacto.

¿Cómo es el postoperatorio?

Tras la intervención de cirugía ocular con Lasik, el cirujano realizará un breve examen postoperatorio.
A continuación, el paciente podrá volver a casa, preferentemente acompañado por otra persona.

Las siguientes revisiones se producirán:

  • Dentro de las 24 primeras horas tras la operación.
  • A la semana de la cirugía.
  • Al mes de la operación.
  • Tres meses después de la cirugía Lasik. Habitualmente es en este momento cuando el paciente recibe el alta.

Como en cualquier otro procedimiento quirúrgico, es necesario seguir todas las instrucciones del oftalmólogo en cuanto a los cuidados que se deben mantener y los medicamentos que se deben utilizar (sobre todo, colirios antibióticos y antiinflamatorios y lágrimas artificiales).

Lentes intraoculares fáquicas o ICL: ¿qué es una lente fáquica?

Una lente fáquica es una lente intraocular que se añade al sistema óptico sin sustituir o alterar ninguna estructura del ojo y manteniendo el cristalino. Las lentes que se usan más frecuentemente son las del tipo ICL® (lentes de colámero implantables).
Este tipo de procedimiento es una alternativa a la  cirugía refractiva láser cuando al paciente que quiere quitarse las gafas no es candidato a esta técnica quirúrgica por su anatomía ocular o por presentar una graduación elevada.

¿Qué tipos de lentes fáquicas existen?

Las lentes intraoculares fáquicas están diseñadas en función de las características concretas del ojo de cada paciente y de la graduación del defecto refractivo que se desea corregir.

Existen diferentes tipos de lentes fáquicas que se eligen según las particularidades de la persona que quiera decir adiós a las gafas y lentillas:

  • Lentes epicristalinianas (habitualmente de tipo lentes ICL®). Son las más comunes en la actualidad y se colocan en la cámara posterior del ojo, por detrás del iris y por delante del cristalino.
  • Lentes de fijación iridiana. En este caso, la cirugía refractiva intraocular sirve para colocar la lente en la cámara anterior por delante del iris.
  • Lentes de apoyo angular. También se colocan en la cámara anterior del ojo y sus terminaciones se sitúan en el ángulo de esta cámara.
  • Por último, también podemos hablar de las lentes fáquicas tóricas que son aquellas que se emplean para corregir el astigmatismo. Habitualmente son más complejas y caras que las lentes que se utilizan para corregir la miopía o la hipermetropía.

¿Cuáles son las principales características de las lentes fáquicas?

Entre las características de las lentes fáquicas destacan las siguientes:

  • Están fabricadas de un material biocompatible llamado colámero.
  • Se fabrican para cada paciente.
  • Se corrigen varios defectos visuales en un procedimiento.
  • Se colocan detrás del iris y delante del cristalino sin alterar ninguna estructura del ojo.
  • Es un procedimiento reversible.

¿En qué casos se recomiendan las lentes ICL?

La intervención para la colocación de una lente intraocular sin sustituir a la lente natural (lentes fáquicas, habitualmente tipo ICL®) se ha convertido en una opción consolidada para la corrección de defectos refractivos (miopía, hipermetropía y/o astigmatismo) en estos casos:

  • Cuando el paciente todavía no padece  presbicia (vista cansada).
  • Cuando las características del ojo del paciente, bien por tener una alta graduación, o bien porque su córnea no admite la corrección láser, no permiten que sea intervenido con esta técnica.

De esta forma, las principales indicaciones para la implantación de una lente intraocular fáquica son:

  • Personas para las que no está indicada ninguna técnica de cirugía refractiva láser Lasik o Técnicas de Superficie PRK/Lasek por tener una elevada graduación o un espesor o forma de la córnea no adecuado para este tipo de intervención.
  • Pacientes, sobre todo jóvenes (entre 20 y 40 años), que no presenten síntomas de presbicia o vista cansada (es decir, que todavía tienen una buena visión cercana porque esta no se ha visto afectada por la falta de acomodación del cristalino).

Estos factores serán valorados por el especialista durante la primera consulta, en la que también se realizarán una serie de pruebas con el fin de asegurar que las características oculares de la persona permiten el implante de la lente.
Los oftalmólogos de Clínica Baviera cuentan con más de 20 años de experiencia en el implante de lentes intraoculares fáquicas. Clínica Baviera es el centro líder en Europa en este ámbito con más de 1.400 intervenciones anuales para el implante de lentes ICL® con el objetivo de corregir problemas refractivos: miopía, hipermetropía y/o astigmatismo.

¿Qué sucede antes de la operación?

El paciente debe acudir a una primera consulta preoperatoria para que el equipo médico le realice un examen oftalmológico completo. Una vez descartada la cirugía láser como opción para corregir los problemas refractivos, se comprobará si el paciente es candidato a la cirugía para el implante de una lente intraocular fáquica y qué tipo de lente es más adecuada para su caso. Para ello se le realizarán algunas pruebas adicionales:

 

  • Medición de la cámara anterior.
  • Contaje endotelial. El objetivo es analizar las células del endotelio corneal (la capa más interna de las que componen la córnea) para conocer su cantidad, forma y tamaño.
  • Una vez realizado el diagnóstico y determinado el tipo de lente a colocar, el paciente será citado para la intervención.

¿Cuáles son las variables que es importante tener en cuenta?

  • La cámara anterior del ojo (espacio situado entre la superficie interior de la córnea y la superficie anterior del cristalino) debe tener la suficiente profundidad para la colocación de la lente intraocular.
  • La capa posterior de la córnea (endotelio corneal) tiene que contar con un número de células endoteliales suficiente.
  • No serán candidatos a la operación con lente intraocular ICL® las personas con patologías corneales como la distrofia o cicatrices.
  • Los resultados de la topografía corneal (una prueba muy sencilla que ofrece un “mapa” de la córnea) deben ser los adecuados.
  • No serán candidatos a la operación con lente intraocular ICL® las personas con patologías corneales como distrofias o cicatrices.
  • Los resultados de la topografía corneal (una prueba muy sencilla que ofrece un “mapa” de la córnea) deben ser los adecuados.
  • El diámetro de la pupila debe ser apto para la operación con lentes intraoculares fáquicas.
  • Se deben excluir otras enfermedades oculares, como el glaucoma, la uveítis o las patologías de la retina.

¿Cómo serán los cuidados postoperatorios?

Es importante que, tras la intervención, y además de seguir las indicaciones específicas y particulares de su oftalmólogo, el paciente siga las siguientes instrucciones: 

  • Puede hacer vida normal tras la operación, evitando golpes o impactos en los ojos.
  • No se frote los ojos.
  • Debe seguir las medidas higiénicas básicas antes de ponerse cualquier colirio en el ojo.
  • Debe dejar transcurrir al menos un minuto entre la aplicación de los colirios, si usa varios medicamentos.
  • Mantenga limpia y seca la zona ocular, siempre sin frotar los ojos.
  • Puede utilizar gafas de sol para salir a la calle, especialmente durante las primeras semanas tras la cirugía y, sobre todo, al salir de la clínica.

Para aquellas personas que están experimentando los síntomas de la vista cansada o presbicia, el procedimiento más indicado suele ser la cirugía con  lensectomía refractiva e implante de lente intraocular pseudofáquica. Será el oftalmólogo el que, tras estudias el caso, escoja el tratamiento más adecuado.

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